sábado, 17 de diciembre de 2011

Alicia baila conmigo.

Sombras de un pasado perfecto alimentan lo que soy, recuerdan lo que no tengo.
Y después... Un eterno descenso a los infiernos.

Alicia baila conmigo, la radio muda de espanto, y mi vestido en el suelo, rasgado como los labios.
Tormentas de lágrimas no limpian ese rastro, por muchas noches preguntándote por qué duele tanto.
El silencio encarcela, los ojos torturan y el alma se muda para no sentir. Una condena de noches en vela, de días sembrados de dolor.

Soy el espejo que temes, el juguete roto de un niño al que no le importó.
Soy la desesperanza, la angustia y el dolor.
Soy el temor mas hondo de tu corazón.
Soy la sangre de cada herida.
Soy cada lágrima vertida, soy tu dolor.

Mil cadenas atan, golpean.
Ya no quiero, ya no sueño. Tan sólo que acabe este dolor; que llegue mi liberación.

Alicia mira la vida tras tres paredes y un espejo sin final. Su cárcel se vuelve segura, el miedo no es tan mal refugio al final..








Las palabras danzan en mis ojos
mis manos se pierden sin saber
y en mis oídos susurra:
"Sabes que te atraparé".
E hice lo que nunca quise hacer
y huí perseguida por él
miedo.
A cada paso sentí
puñales en el pecho
y garfios en mis ojos

Salvé mi alma de una condena
a cambio del dolor de una vida entera.

Miedo cada noche
incertidumbre al llegar el día.
¿Cuando acabarán mis pesadillas?
Recuerdo como bailaba
entre pastillas y cuchillas
deseando al fin caer.
El agua estaba tan tibia...
y ella me llamaba
con multitud de promesas
y yo quería.
Mi muñeca de porcelana tenía un pie descalzo
La falda rota y un hilo de sangre
resbalando por su pierna
de su cara quedaba una sombra
de mi niña no había ni rastro
y de su corazón... Nada.
Sé que no volverá
Tanit no ha vuelto
Tanit se ha perdido
Aun no sé donde debo ir
tan sólo sé que no es allí.
Ayúdame,
no quiero caer
no quiero morir.