Me voy dejando el corazón en los rincones olvidado. A veces es un peso muy elevado. Y necesito volar, volar muy alto.
Y se abrieron los infiernos, y la luz mas bella me arrancó de sus garras; me dejó su marca, los demonios ya no me reclamarán nunca más,
Alioth me ilumina, Alioth es mi guía. Siempre presente bajo el mismo cielo aunque parezca ausente. Siempre encendida, siempre viva.
Dibujando caminos, marcando la senda y escapándome una y otra vez para correr con los pies descalzos por la hierba.
Con los ojos abiertos, déjame seguir soñando.