El corazón, acelerado, va marcando el ritmo. No quiero parar, es aquí donde quiero estar. Sueño, voy soñando, es realidad.
Un día, el Efecto Mariposa aparece y vuelve mi mundo del revés. Me da eso por lo que todo el mundo suspira y no se atreven a coger. Me aferro, lo atrapo, me lanzo, arriesgo, me elevo y vuelvo a empezar.
Reinicio, libertad.
No, esta vez no pienso dejarlo escapar. No dejaré que se vuelva a apagar. Esto soy yo. Ritmo incansable, frenético, extenuante hasta la rendición.. Y vuelvo a continuar.
Impulsos sin sentido, me llevan, arrastrando por el camino que, sin saberlo, desde siempre es el mío.