Aún espero que me despiertes de mi eterno letargo, que me arranques el hielo y dejes mi ropa hecha retazos.
Deslizarme por tus caderas como si fuesen eternas, dibujar tu pecho con mis labios y perderme después,
atormentarte y ser el pequeño diablo que quieres ver.
El ángel que puedo ser.
Despiertame, hazme revivir.
Deja el mundo, Atlas, y acércate a mí.
Amordázame con tus labios, desátame despacio y encierra el tiempo en un cajón. Desliza tu piel sobre mi piel hasta fundirnos en uno;
Sólo quiero ser una y otra vez esclava de tu piel.
Sueño cada noche con poder caer entre tus brazos y probar el sabor de tu piel.
Ven a mis labios, Atlas, ven y prueba la miel.
jueves, 4 de diciembre de 2014
lunes, 1 de diciembre de 2014
Soledad
Días,noches interminables en los que sólo existo en el recuerdo...
Sombra de la oscuridad que me acecha y se cierne sigilosa.
Huir, escapar, imposible en caída libre.
No hay lugar para el descanso, no hay sitio para el fracaso.
....Asusta cuando se abate sobre mí....
Soledad, frio, hasta el fin.
Viaje siempre sin retorno, no hay refugio, no hay vuelta atrás.
Es mi sangre la que riega los campos, es mi sangre la que alimenta los cuervos. Es mi aliento el que hiela el suelo.
Era un hermoso sueño.....
Suelo gris bajo la lluvia de febrero.
Una esperanza que para siempre se pierde; ya el sueño terminó.
Acorta la vida, tantas lágrimas caídas...
Nunca volverán las tardes en casa sola,
aquella música y los libros que tan buena compañía hacían.
Mas nunca olvido la tristeza, el miedo que sentía:
No sabía si el mañana llegaría.
El mañana llegó, al igual que el ayer.
Todo se repite sin saber qué hacer.
Contempla la tormenta, chocan las olas contra la orilla, con furia.
Un rumor que te aleja de la realidad.
Siente como la vida de las manos se escapa.
Anochecer eterno,
por fin conseguí lo que tanta falta me hacía;
un poco de valor
o quizás temeridad. Ya nunca volverá
La Soledad.
Sombra de la oscuridad que me acecha y se cierne sigilosa.
Huir, escapar, imposible en caída libre.
No hay lugar para el descanso, no hay sitio para el fracaso.
....Asusta cuando se abate sobre mí....
Soledad, frio, hasta el fin.
Viaje siempre sin retorno, no hay refugio, no hay vuelta atrás.
Es mi sangre la que riega los campos, es mi sangre la que alimenta los cuervos. Es mi aliento el que hiela el suelo.
Era un hermoso sueño.....
Suelo gris bajo la lluvia de febrero.
Una esperanza que para siempre se pierde; ya el sueño terminó.
Acorta la vida, tantas lágrimas caídas...
Nunca volverán las tardes en casa sola,
aquella música y los libros que tan buena compañía hacían.
Mas nunca olvido la tristeza, el miedo que sentía:
No sabía si el mañana llegaría.
El mañana llegó, al igual que el ayer.
Todo se repite sin saber qué hacer.
Contempla la tormenta, chocan las olas contra la orilla, con furia.
Un rumor que te aleja de la realidad.
Siente como la vida de las manos se escapa.
Anochecer eterno,
por fin conseguí lo que tanta falta me hacía;
un poco de valor
o quizás temeridad. Ya nunca volverá
La Soledad.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)