Siento que hace demasiado tiempo que no doy las gracias:
Gracias por estar ahí. Por aparecer sin que lo pidiese y sin que lo esperase. Gracias por las sonrisas. Gracias por decirme lo que años después, me ayudaría a entenderme un poco mejor. Gracias por el apoyo. Gracias por cada palabra de ánimo. Gracias por darme un abrazo sólo por que si. Gracias por dar sin pedir. Gracias por animarme a escribir sin saber que lo hacías. Gracias por cada consejo de corazón. Gracias por perdonar mis errores. Gracias por hacerme sentir que era importante. Gracias por hacerme saber con una mirada que estas ahí. Gracias por remover el mundo por mi. Gracias por darme tiempo y espacio para ordenar mi vida, sólo por que era lo que necesitaba. Gracias por pensar en mi. Gracias por no dar importancia a mis errores. Gracias por ayudarme a aprender de cada fallo. Gracias por no dejarme caer. Gracias por creer en mí cuando yo no podía. Gracias, por hacerme sentir que no importa el tiempo ni los kilómetros. Gracias por los ánimos. Gracias por olvidar que me viste llorar. Gracias por entenderme. Gracias, por olvidar cada fallo. Gracias por animarme a seguir y mejorar. Gracias por enseñarme el camino. Gracias por la paciencia. Gracias por no haberte ido. Gracias por hacerme sentir útil. Gracias, por contar conmigo. Gracias, por sacar tiempo de donde no había. Gracias por escucharme. Gracias por ayudarme a ver las cosas de otra forma. Gracias por ayudarme a pensar entre todo el ruido. Gracias, por darme sin esperar nada a cambio.
Pero también debo pedir perdón:
Perdón por exigir, no tengo ese derecho. Perdón por esperar nada de ti. Perdón por cada palabra que hirió. Perdón por cada vez que te fallé. Perdón por cada engaño. Perdón por haber sido una carga. Perdón por no haber estado a la altura. Perdón por no darme cuenta de tus necesidades. Perdón por no pensar en ti. Perdón por incomodarte. Perdón por que me necesitaste y no estuve allí. Perdón por cada vez que te preocupé. Perdón por decepcionarte. Perdón por mis errores. Perdón por no haber sabido entenderte. Perdón por no haber tenido paciencia. Perdón por no pensar tres veces antes de hablar. Perdón por no mantener la calma cuando debía. Perdón por no acudir cuando me necesitabas. Perdón por huir cuando debí quedarme. Perdón por mi cobardía. Perdón por ser egoísta. Perdón por cada mentira. Perdón por cada vez que me fui. Perdón por no ser lo que esperabas. Perdón por cada noche en vela. Perdón por no saber guiarte cuando te hacía falta. Perdón por cada promesa que no cumplí. Perdón por millones de cosas más de las que puedo escribir.
Cada gracias y cada perdón, hablan de muchos años, personas, y demasiadas situaciones para poder explicarlo. Tan sólo me hacía falta decirlo, y aún queda demasiado en el tintero. Pero me tiemblan las manos demasiado. Demasiados recuerdos.
Pero me hacia falta, pedir PERDÓN y dar las GRACIAS.
Voy perdiendo el rumbo
entre corrientes de aire;
me elevo, desciendo, vuelvo a descender.
Sobre mares y océanos,
sobre tierras y cielos.
Mi desnudez se vuelve filo
atravesado por el frío;
ya no hay manta que me dé cobijo.
Y el cielo está tan alto y azul...
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